Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve que tenía l
a apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonía.
Y sucedio que un dia,
aquella mano suave de palidez
y languidezde cirio
se acercó
a la prisión del beso
que ya no pudo mas el probre preso
y escapó
mas con voluble giro, huyó
la mano hacia el confín lejano
y el beso que volaba tras la mano
rompiendo el aire se volvió un suspiro.
1 comentario:
precioso fugaz instante, como la vida que se escapa al paso del tiempo... gracias por la rosa blanca pues al igual que la noche necesito al día y encontrar el equilibrio y la armonía... besos y una reverencia merecida
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